Rukeli Trollmann era el boxeador más rápido de Alemania y el que tenía mejor juego de pies. Además se convirtió en un sex symbol en la Alemania de los últimos años 20 y en campeón alemán en 1933. El título le duró una semana, se lo quitaron por gitano. Le prohibieron boxear, le mandaron al frente ruso y después a un campo de concentración, donde fue asesinado.
A Johann Wilhem Trollmann le conocían en Alemania por Rukeli, que en romaní significa árbol fuerte. Como la mayoría de los alemanes no entendía el lenguaje de los gitanos y si sabía algo de boxeo, le conocieron por su demoledora pegada y por un innovador juego de pies con el que parecía que bailaba.
Rukeli Trollmann nació en Wilsche el 27 de diciembre de 1907. No era, como algunos dicen, alemán de origen gitano, sino alemán y gitano a la vez. Gitano sinti, para más señas. Con 8 años subió al ring por primera vez y se convirtió en la figura del Heros Club de Hannover. Tal es así, que debería haber representado a Alemania en los pesos medios en las olimpiadas de Amsterdam de 1928. Pero era gitano y peleaba alegremente. No representaba al boxeo alemán, pero era un sex symbol.
En 1933, los nazis llegaron al poder. Para ellos, Rukeli, aunque podía tumbarlos a puñetazos a todos, pertenecía a una raza inferior. Le quitaron el campeonato de Alemania de los medios que había ganado en el ring porque decían que había llorado de emoción al recibirlo. Un boxeador alemán no llora.
En su siguiente combate se tiñó de rubio y se echó polvos de talco por encima. ¿Querían un ario? ¡Ahí tenían un ario! Fue su último combate profesional. Le prohibieron boxear, le separaron de su hija, pero como carne de cañón si valía. Fue reclutado a la fuerza para la II Guerra Mundial y acabó sus días en el campo de concentración de Neuengamme. No fue el único. Entre 220.000 y medio millón de gitanos fueron asesinados en el Samuradipen.
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Gabinete de Curiosidades del Doctor Plusvalías 