Llegamos al tercer y último capítulo de la emocionante odisea de los viajeros del Endourance. En agosto de 1914, 28 exploradores partieron del puerto de Plymouth con intención de ser los primeros humanos en atravesar por tierra la Antártida pasando por el Polo Sur. Ernest Shackleton había elegido personalmente a los aventureros tras convocarlos con un enigmático anuncio.
Se buscan hombres. Viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. Regreso con vida dudoso. Honor y reconocimiento en caso de éxito.

En el primer capítulo de la serie conocimos los preparativos de la expedición. En el segundo vimos como el verano austral los esquivó y el barco quedó atrapado en el hielo a 76º 34′ de latitud sur y 31º y 30′ de longitud oeste. Tras diez meses encallado, el Endourance se hundió en el hielo el 21 de noviembre de 1915, entonces descubrieron que su misión ya no era atravesar la Antártida, sino una más difícil: salir con vida para poder contar su aventura.
Break-up of the Endurance from Sarah Galloway on Vimeo.
Tras abandonar el Encourage y las esperanzas de llevar a cabo su misión, la tripulación de la Expedición Imperial Transantártica comenzó un retorno que se antojaba imposible. Permanecieron a la deriva en un bloque de hielo y cuando éste se fracturó, se echaron al mar helado en tres botes salvavidas. Increíblemente consiguieron remar hasta la isla Elefante, un risco en medio del Océano por el que nunca pasaba nadie.

Ante una tripulación enferma y desmoralizada, Ernest Shackleton intentó un golpe de efecto. Acompañado de cinco hombres, intentaría llegar en patera hasta las Georgias del Sur, a más de 700 millas de donde se encontraban. La navegación por sextante era muy difícil pues la mayor parte de los días no llegaban a ver el sol, aún así, el piloto Worsley consiguió acertar en el rumbo y consiguieron llegar al sur de la Isla de San Pedro. Todavía tuvieron que remontar las inexploradas montañas de la isla para llegar a la base ballenera de Stromness.

Tres meses después, Shackleton consiguió llegar a la isla Elefante para rescatar a los náufragos de la expedición. Dos años y 22 días después de su salida del puerto de Plymouth, todos estaban vivos para contarlo.